CULTURA y SOCIEdad

La organización social de los Celtas.

La sociedad celta se basaba en principios y valores que el hombre contemporáneo lucha por entender.
En primer lugar, porque nuestra cultura nos ha llevado a comportamientos y a una concepción de la vida, que podrían ser mas lejanos.
Los Celtas no podrian ni siquiera concebir que el hombre se ponga a conquistar la naturaleza y dominar sus leyes. Los Celtas, de hecho, tenían como principio interno y ley, que la Naturaleza guardaba lo Divino, y que, a través de Ella, podían cumplir su misión: penetrar el misterio del destino del ser humano y abandonarse con entusiasmo al flujo eterno de la existencia, el Wyrd.
Si entramos en esta perspectiva, no nos sorprenderá que en la sociedad celta la figura femenina disfrutara de una igualdad efectiva y sustancial con respecto a la masculina, y que no existieran jerarquías tal como las entendemos hoy. Las clases sociales, de hecho, no existían, ya que solo había funciones sociales, intercambiables. Esto significa que los miembros del clan podrían elegir cambiar las funciones según fuese necesario.
Ademas, los Celtas no consideraban el tiempo como una línea (desde el pasado llegamos al presente, y luego habrá el futuro), sino como un círculo, o más bien una espiral, en la que las fases son los componentes auténticos de un Tiempo que no tiene una medida, sino una extensión, que se curva hasta que «un ciclo no esté cerrado», lo que le permite pasar al siguiente anillo, y así sucesivamente hasta el infinito.
Se trata de estructuras primordiales que nos recuerdan la Geometría Sagrada, el Número de Oro y todo lo que tiene la forma de una espiral en la Naturaleza. No menos las galaxias y nuestro ADN.
Si lo pensamos bien, son conceptos muy avanzados, tanto a nivel sociológico, filosófico como científico.
De hecho, no es casualidad que uno de los científicos modernos que más se acercó a esta concepción del tiempo, fue Carl Gustav Jung, cuando desarrolló la Teoría de la Sincronicidad, fusionando sus descubrimientos sobre el inconsciente, con los que acababa de hacer la Física Cuántica.
Volvamos a los Celtas.
La unidad de la sociedad celta era el clan, que estaba dividido en 3 clases o, mejor dicho, en 3 funciones:
La de los Sabios, que conocemos con el nombre de Druidas;
La de los Guerreros;
La de los Productores.
En todas estas funciones, el elemento característico era el del servicio, que los Celtas también llamaban «sacrificio». Para comprender que queria decir para ellos, hay que recurrir al sentido latino del término «sacrum facere», o sea «hacer una acción sagrada», porque esa acción habría beneficiado al clan entero.
De hecho, los Druidas, con su sabiduría, lideraban el clan, ya que ayudaban concretamente al rey a tomar decisiones, trataban a los enfermos, acompañaban a los guerreros en la batalla, administraban la justicia e intercedian con los Dioses.
Los Guerreros ofrecian sus vidas por el clan.
Los Productores usaban sus propias artes (agrícolas, metalúrgicas y estéticas) para producir objetos que alimentarían a los miembros del clan, proporcionarían herramientas a los campesinos y armas a los Guerreros.
Y, como se dijo antes, todos podrían cambiar su función, después de la preparación previa necesaria.
Por ejemplo, la escuela druídica estaba abierta a todos y duraba aproximadamente 19 años, por lo que quien tuviera la constancia y el talento para asistir, se convertiría en Druida.
Lo mismo se aplica a la figura del gobernante, es decir, del rey. Era elegido por un consejo de pares, lo que significa que no era un privilegio que se definia sobre la base del nacimiento.
Además, el Arte de la Guerra se enseñaba a todos, y se dice en varias fuentes que los Druidas también lo practicaban.
Esto también se aplica a las mujeres. La historia de los Celtas, de hecho, está salpicada de la presencia de Divinidad, Reinas, Guerreras, Druidas, que pasaron a la historia por su heroísmo, independencia, habilidad y tenacidad.
Les dedicaremos un artículo a parte.
Queremos finalizar esta intervención con una pequeña reflexión.
La forma de vida de los Celtas había impresionado tanto a los Romanos que estaban aterrorizados y fascinados al mismo tiempo por estas tribus. Y este encanto ha llegado hasta nuestros días.
Pensemos en cuántas series de televisión, no solo las históricas como Britannia y Vikings, incorporan principios, valores y rituales que se remontan a los Celtas. Nos gusta pensar a la serie Shannara, todas aquellas relacionadas con el ciclo Arcturiano, incluida la muy reciente Cursed, pero también, de alguna manera, la distópica y futurista serie de Los 100.